Marcha Patriótica

Sabías que... el título original del Himno Nacional Argentino era "Marcha Patriótica".

 Fue escrita por Vicente López y Planes y su música compuesta por Blas Parera.

Es el poema inicial de La lira argentina y fue  institucionalizada como Himno Nacional Argentino el 11 de mayo de 1813 por la Asamblea del Año XIII. 

Esta obra puede leerse como una representación de la acción propiamente dicha y de los discursos o voces relativos a ella.
En cuanto a la acción, debe dividirse en la referente a la lucha armada contra el imperio español, por un lado, y el accionar ideológico emprendido a nivel de dirigencia criolla, por otro.

La Lira Argentina ó colección de (...). 1824. - Hilario. Artes Letras  Oficios..

 

Marcha Patriótica

 

Sean eternos los laureles

que supimos conseguir;

coronados de gloria vivamos,

o juremos con gloria morir.


Oid, mortales, el grito sagrado:

«¡Libertad!; ¡Libertad!; ¡Libertad!».

Oid, el ruido de rotas cadenas;

ved en trono a la noble Igualdad.

Se levanta en la faz de la tierra

una nueva gloriosa nación,

coronada su cien de laureles

y, a sus plantas, rendido un León.


De los nuevos campeones los rostros

Marte mismo parece animar;

la grandeza se anida en sus pechos,

a su marcha todo hacen temblar.

Se conmueven del Inca las tumbas

y en sus huesos revive el ardor,

lo que ve renovando a sus hijos

de la Patria el antiguo esplendor.


Pero sierras y muros se sienten

retumbar con horrible fragor;

todo el pais se conturba por gritos

de venganza, de guerra y furor.

En los fieros tiranos la envidia

escupió su pestífera hiel;

su estandarte sangriento levantan

provocando a la lid más cruel.


¿No los veis sobre México, y Quito

arrojarse con saña tenaz?

¿Y cual lloran bañados en sangre

Potosí, Cochabamba y la Paz?

¿No los veis sobre el triste Caracas

luto y llantos y muerte esparcir?

¿No los veis devorando cual fieras

todo pueblo, que logran rendir?


A vosotros se atreve, argentinos,

el orgullo del vil invasor

vuestros campos ya pisa contando

tantas glorias hollar vencedor.

Mas los bravos, que unidos juraron

su feliz libertad sostener,

a estos tigres sedientos de sangre

fuertes pechos sabrán oponer.


El valiente argentino a las armas

corre, ardiendo con brío y valor:

el clarín de la guerra, cual trueno

en los campos del Sud, resonó.

Buenos Aires se opone a la frente

de los pueblos de la ínclita Unión,

y con brazos robustos desgarran

al ibérico altivo León.


San José, San Lorenzo, Suipacha,

ambas Piedras, Salta y Tucumán,

La Colonia y las mismas murallas

del tirano en la Banda Oriental,

son letreros eternos que dicen:

«Aquí el brazo argentino triunfó,

aquí el fiero opresor de la Patria

su cerviz orgullosa dobló».


La victoria al guerrero argentino

con sus alas brillantes cubrió,

y azorado a su vista el tirano

con infamia a la fuga se dio;

sus banderas, sus armas se rinden

por trofeos a la libertad,

y sobre alas de gloria alza el pueblo

trono digno a su gran majestad.


Desde un polo hasta el otro resuena

de la Fama el sonoro clarín,

y de América el nombre enseñando

les repite: «¡Mortales, oíd!:

Ya su trono dignísimo abrieron

las Provincias Unidas del Sud».

Y los libres del mundo responden:

«¡Al gran pueblo argentino, salud!».

 

Fuentes:

Imagen:  https://www.hilariobooks.com/producto/la-lira-argentina-o-coleccion-de-1824

Texto: La lira Argentina. Edit. Capítulo. Biblioteca Argentina Fundamental. 

 

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